El mantenimiento no es una función «miscelánea», sino que produce un bien real, que puede resumirse en la capacidad de producir con calidad, seguridad y rentabilidad.
No es ningún secreto que una economía globalizada, mercados altamente competitivos y un entorno variable donde la velocidad del cambio supera con creces nuestra capacidad de respuesta. En este escenario estamos inmersos y vale la pena considerar algunas posibilidades que siempre han sido, pero que ahora son cada vez más relevantes.
En particular, la necesidad imperativa de redimensionar la empresa implica para el mantenimiento, retos y oportunidades que merecen ser valorados.
Debido a que los ingresos siempre provenían de la venta de un producto o servicio, esta visión primaria llevó a la empresa a enfocar sus esfuerzos de mejora, y con ello los recursos, en la función de producción. El mantenimiento era «un problema» que se presentaba cuando se quería producir continuamente, por lo que se consideraba un mal necesario, una función subordinada a la producción cuya finalidad era reparar los defectos de forma rápida y barata.
Sin embargo, sabemos que la curva de mejoras incrementales después de un largo periodo de tiempo es poco sensible, a esto se suma la filosofía de la calidad total, y todas las tendencias que trajo consigo que evidencian pero que requieren la integración del compromiso y esfuerzo de todas sus unidades. Esta realidad ha centrado la atención en un área descuidada: el mantenimiento. Ahora bien, ¿cuál es la participación del mantenimiento en el éxito o fracaso de una empresa? Estudios comprobados han demostrado que tiene un impacto:
- Costes de producción.
- Calidad del producto o servicio.
- Capacidad operativa (aspecto relevante dada la relación entre competitividad y, por citar sólo un ejemplo, el cumplimiento de los plazos de entrega).
- La capacidad de respuesta de la empresa como entidad organizada e integrada: por ejemplo, generando e implementando soluciones innovadoras y gestionando situaciones de cambio de forma oportuna y eficiente.
- La salud y la seguridad en el trabajo, y estrechamente relacionada con ello.
- Calidad de vida de los colaboradores de la empresa.
- Imagen y seguridad ambiental de la empresa.
Como se puede ver en los argumentos de tal peso, «el mantenimiento no es una función «miscelánea», sino que produce un bien real, que se puede resumir en la capacidad de producir con calidad, seguridad y rentabilidad. Ahora, ¿dónde y cómo podemos empezar a promover estas oportunidades a nuestro favor? Tal vez aquí puedas encontrar algunas pautas.
MANTENIMIENTO
El trabajo del departamento de mantenimiento está estrechamente relacionado con la prevención de accidentes y lesiones en el trabajador ya que tiene la responsabilidad de mantener en buen estado, maquinaria y herramientas, equipos de trabajo, lo que permite un mejor desarrollo y seguridad evitando riesgos en parte en el área de trabajo.
Características del personal de mantenimiento
El personal que trabaja en el departamento de mantenimiento, ha formado una imagen, como una persona tosca, uniforme sucio, lleno de grasa, mal hablado, lo que ha traído como consecuencia problemas en la comunicación entre las áreas operativas y este departamento y un concepto más amplio de la imagen que genera poca confianza.
Breve historia de la organización de mantenimiento
La necesidad de organizar adecuadamente el servicio de mantenimiento con la introducción de programas de mantenimiento preventivo y el control del mantenimiento correctivo hace ya varias décadas, basados, fundamentalmente, en el objetivo de optimizar la disponibilidad de los equipos de producción.
Posteriormente, la necesidad de minimizar los costes de mantenimiento propios acentúa esta necesidad de organización mediante la introducción de controles de costes adecuados.
Más recientemente, la exigencia de que la industria esté sujeta a optimizar todos sus aspectos, tanto de coste como de calidad, así como el rápido cambio de producto, hace necesario analizar sistemáticamente las mejoras que se pueden introducir en la gestión, tanto técnica como económica del mantenimiento. Es la filosofía de laerotecnología. Todo esto ha llevado a la necesidad de gestionar desde el mantenimiento una gran cantidad de información.
Objetivos de mantenimiento
El diseño y la implementación de cualquier sistema organizativo y su posterior informatización deben tener siempre en cuenta que sirve a ciertos objetivos. Cualquier sofisticación del sistema debe contemplarse con gran prudencia para evitar, precisamente, que estos objetivos se enmascaren o que su consecución sea difícil.
En el caso del mantenimiento, su organización e información debe estar orientada a la consecución permanente de los siguientes objetivos
- Optimización de la disponibilidad de los equipos productivos.
- Reducción de los costes de mantenimiento.
- Optimización de los recursos humanos.
- Maximización de la vida útil de la máquina.
Objetivos de mantenimiento
- Evitar, reducir y, en su caso, reparar los defectos de los productos mencionados.
- Disminuir la gravedad de las faltas que no se pueden evitar.
- Evite las paradas inútiles o las paradas de máquinas.
- Evitar accidentes.
- Evite incidentes y aumente la seguridad de las personas.
- Mantener los activos productivos en condiciones operativas seguras y preestablecidas.
- Equilibrar el coste de mantenimiento con la correspondiente pérdida de beneficios.
- Alcanzar o prolongar la vida útil de los bienes.
Un mantenimiento adecuado tiende a prolongar la vida útil de los bienes, a obtener un rendimiento aceptable de los mismos durante más tiempo y a reducir el número de averías.
Decimos que algo falla cuando el servicio que se supone que nos debe prestar falla o cuando aparecen efectos indeseables, de acuerdo con las especificaciones de diseño con las que se construyó o instaló el bien en cuestión.
Clasificación de los fallos
Falla Temprana
Ocurren al principio de la vida y constituyen un pequeño porcentaje de los fracasos totales. Pueden ser causados por problemas con los materiales, el diseño o el montaje.
Defectos de los adultos
Son las fallas que presentan mayor frecuencia durante la vida útil. Se derivan de las condiciones de funcionamiento y se producen más lentamente que las anteriores (suciedad en un filtro de aire, cambios de rodamientos en una máquina, etc.).
Fallos tardíos
Representan una pequeña fracción de los defectos totales, aparecen lentamente y ocurren en la etapa final de la vida del bien (envejecimiento del aislamiento de un pequeño motor eléctrico, pérdida de flujo luminoso de una lámpara, etc.).
Imágenes de mantenimiento rutinario industrial
Vídeos de mantenimiento rutinario industrial
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